Después de más de 6 meses como un erasmus en Bologna (Italia), no son sino muchos los cambios en mi vida.
Tópicos aparte, este programa de intercambio universitario europeo es todo un éxito, ya que te permite aprender y madurar como persona gracias al aprendizaje de una nueva lengua, cultura y formas de vida.
El vivir fuera de tu país y el concienciarte del concepto "Unión Europea", gana mucho terreno cada día. Hace pocos años, la juventud era más reacia a dejar el nido, su tierra y familia para emigar a un país extranjero; sin embargo este concepto está cambiando de forma radial. Ahora el tener una beca erasmus es un privilegio no al alcance de cualquiera -tal y como ocurría antaño-, ya que se obtiene únicamente por méritos académicos y linguísticos, y la demanda crece cada año de forma exponencial.
Con más o menos suerte en la dotación económica, según la región española de procedencia, se puede mantener un buen nivel de vida. En mi caso al ser andalúz -dotación máxima en España-, se perciben 600€/més (al no ser becario del ministerio, que serían 900€/més), aunque sin la ayuda de mis padres no podría mantener el nivel de vida que llevo.
El idioma en la mayoría de los casos no suele ser un problema. Mucho miedo y temor al principio por la falta de práctica y base gramatical; pero totalemente superable con el tiempo.
El viajar al menos una vez al més en tren o avión está a la orden del día. Explotamos al máximo los trenes regionales en 2ª clase y las ofertas de Ryanair para poder descubrir lugares y parajes inimaginables e impensables desde España.
Sin duda alguna, el haber sentido la experiencia de ser erasmus, ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida.
Sin duda alguna, el haber sentido la experiencia de ser erasmus, ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida.
Todos los estudiantes deberian intentar de alguna forma formarse algún tiempo en el extranjero, pienso que enriquece mucho a las personas.
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