No es para dramatizar.
Con la nueva era Mourinho y un proyecto recien abierto, no podemos pretender que los cromos de nuestro equipo ganen el triplete en una sola temporada. Las matemáticas lo corroboran, estamos vivos en las tres competiciones, tenemos más puntos, a igualdad de jornadas, que cualquier equipo de primera división de toda Europa y poseemos una de las mejores plantillas sobre el papel; sin embargo, estamos tratando con el mejor F.C. Barcelona de la historia. Ya le sucedió a Federer con Nadal, y ahora a Nadal con Djokovic, hay verdugos casi imposibles de batir.
Desde que inició la temporada, se ve un Real Madrid más maduro, más entregado y tomando un perfil más pulido. El cansancio, las lesiones, un calendario muy apretado; así como un ansia e impotencia por un título jamás vista, han afectado a última hora al equipo. No son excusas ya que le pasa lo mismmo al eterno rival; pero este Barsa es mágico, alguien lo ha señalado desde arriba, y contra eso nada se puede hacer. Aunque sea duro decirlo, es una Selección Española con un 'mesias'.
De forma inteligente Mourinho, debería centrarse ahora en lo que realmente tienen opciones de victoria, las copas, rezagando de forma sutil la liga sin sufrir esfuerzos ni cansancios inútiles. El 5-0 que Rosell nos recuerda una y otra vez, hizo mella en el club de Concha Espina; pero a un partido loco en la final de la Copa del Rey o, una ida y vuelta virtuales en la semifinal de la Champions, podría pasar cualquier cosa.
'Debemos apelar al espíritu de Di Stéfano en estos momentos', tal y como dijo Florentino Pérez.
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