A las 19:15h del 20 de Octubre de 1982 se producía el desastre: la Presa del Embalse de Tous en el río Júcar colapsó.
Una gota fría se centró en el norte de África y en las proximidades del Estrecho de Gibraltar, coincidiendo con una baja presión atmosférica en la superficie, lo que aportó fuertes vientos de Levante en toda la Costa Mediterránea. Inclusive, con el aumento mantenido del factor temperatura en el Mar Mediterráneo y la antes mencionada gota fría, hicieron concentrar toda esta energía en forma de precipitaciones, nunca antes conocidas, en el interior de las Provincias de Alicante y Valencia.
El motivo principal de la rotura de la presa fué el hecho de una concatenación de factores negativos, los cuales imposibilitaron la apertura de las compuertas. Debido a las torrenciales lluvias, el sistema eléctrico de apertura de dichas compuertas no funcionó, el conjunto electrógeno auxiliar estaba inundado y mediante apertura manual un hombre hubiera tardado 'más 30h en abrirlas' -según declaraciones del ingeniero de proyecto Salvador Madrigal.
Una gota fría se centró en el norte de África y en las proximidades del Estrecho de Gibraltar, coincidiendo con una baja presión atmosférica en la superficie, lo que aportó fuertes vientos de Levante en toda la Costa Mediterránea. Inclusive, con el aumento mantenido del factor temperatura en el Mar Mediterráneo y la antes mencionada gota fría, hicieron concentrar toda esta energía en forma de precipitaciones, nunca antes conocidas, en el interior de las Provincias de Alicante y Valencia.
El motivo principal de la rotura de la presa fué el hecho de una concatenación de factores negativos, los cuales imposibilitaron la apertura de las compuertas. Debido a las torrenciales lluvias, el sistema eléctrico de apertura de dichas compuertas no funcionó, el conjunto electrógeno auxiliar estaba inundado y mediante apertura manual un hombre hubiera tardado 'más 30h en abrirlas' -según declaraciones del ingeniero de proyecto Salvador Madrigal.
Tous podía desaguar hasta 7.000 metros cúbicos por segundo, pero al fallar el sistema de compuertas, la presa no resistió ni los 5.000 metros cúbicos que cayeron. La ola producida por el derrumbamiento provocó que las aguas desbordadas alcanzaran los 9 metros en Sumacárcer y entre 5 y 6 metros en Carcaixent y Alzira. Los muertos superaron los 30 y los daños materiales fueron muy cuantiosos.
Desde aquel momento, el miedo instaurado en las presas de materiales sueltos con compuertas fué abrumador, siendo un punto de inflexión en toda regla para la historia de España. A día de hoy, aún con los avances tecnológicos en este aspecto, las presas de materiales sueltos de nueva construcción se suelen proyectar con un aliviadero de labio fijo (sin compuertas).
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