Desde que era pequeño, había soñado con venir a la ciudad de New York; pero nunca imaginé que al verla con mis propios ojos me causara tal estupefacción y asombro. Su frenetismo, energía, el hecho de poder vivir en armonía y con un mismo objetivo común, personas de todas partes del mundo que comparten un mismo sueño.
En mi caso, tengo toda esta ilusión para subirme al barco y empezar una nueva aventura.

Las visitas por la ciudad se suceden sin parar, ¿qué tal un paseo por Central Park?, ¿ver un atardecer desde el Empire State Building o Top of the Rock?, ¿recorrer las calles de Greewich Village?, ¿o un viaje en barco a la isla de la Estatua de la Libertad?
Esta es la ciudad donde todos tus sueños se pueden convertir en realidad.
Al menos los mios, ya lo han hecho.
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