The best investment is to take money from the pocket and put it on the head (La mejor inversión es coger el dinero del bolsillo y meterlo en la cabeza). Benjamin Franklin.
Muchas veces me he preguntado cómo, las palabras de este 'Padre Fundador' me pudieron calar tan profundo. La verdad es que no me arrepiento en absoluto de ninguna de las decisiones que tomé, y de ésto hace ya seis largos años.
Todo comenzó con una maratón, la maratón más dificil a la que nunca me había enfrentado. Todos eran más fuertes, más listos e incluso más guapos que yo; pero bueno, esto era una mera apreciación mia. Dicen que en Nueva York siempre hay gente que es más rica, más inteligente y mejor en general; pero claro, ni somos Eric Clapton ni estamos en la ciudad que nunca duerme.
El olor a hormona del umbral de la adolescencia, aún se mascaba. Éramos todavía unos pipiolos que nos creíamos Capitán General.
Al principio todo se me vino grande. Me encontré de la noche a la mañana viviendo lejos de los mios, sólo, con un carné de conducir, una tarjeta de crédito y más pasta de la que había visto nunca. Granada era una carta en blanco a los Reyes Magos, pues te cabian todos tus sueños e ilusiones. Incluso podias comenzar el fin de semana el martes -el lunes ya me parecía excesivo.
Recalan en mi cabeza las palabras que me dijo un sabio de ropa vieja e hijos triunfadores, mi querido abuelo: 'es más barato pagar una academia que repetir curso'. Siempre ha sabido darme buenos consejos, pues cuando uno pone todo su esfuerzo y empeño en lo que hace, cuando de verdad se ilusiona con su sacrificio, no hay mejor premio de satisfacción que pueda darte la vida.
Cualquiera que esté todavía en el ajo, ve el final del tunel cuan diminuto ojal. Parece que no tiene fin. Siempre tuve la extraña sensación que por más que fuera avanzando, la dichosa aguja se iba aún más alejando. ¡Qué cosas!
Después de todo, la receta para ser Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos es bastante sencilla
@cotrinatrujillo
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